Cualquier explotación industrial que requiera gran aporte de agua para su funcionamiento y necesite para ello abastecerse de un río, se verá en la necesidad de evitar todos los elementos sólidos que arrastrados por el agua puedan dañar cualquier de los elementos que componen la explotación. En el caso de una estación depuradora o EDAR, la necesidad vendrá dada por establecer el primer nivel de depuración montando una reja de sólidos que retenga los elementos de mayor tamaño que contenga el caudal a tratar.
Para ello, la solución más eficaz es colocar una reja de protección en el lugar idóneo a fin de que por entre sus pletinas solamente pase el agua y quede en ellos detenida todos estos sólidos.
Una reja por sí sola sería suficiente para cumplir esta función. a cambio de necesitar permanentemente la atención de una persona día y noche, que mediante un rastrillo, manualmente limpiase la reja de todo lo que en ella se fuese acumulando.
Esta tarea dura y costosa, incluso inhumana ya que las emergencias no tienen horarios fijos se evitará instalando en la explotación un limpia-rejas automático.